Yo no sé ni quién yo soy cuando yo mi verso invoco; para unos soy un loco y no sé hacia dónde voy. Todo, mi amigo, lo doy, con afecto y con amor, simplemente soy pintor; soy grande en el universo; soy la palabra y el verso. Mentira: ¡soy jodedor!
Encuentros y desencuentros entre el art brut y el arte naif en la plástica cubana[1]
En 2008, cuando indagaba sobre las expresiones plásticas en creadores con desórdenes mentales, no imaginaba que a partir de entonces se abriera todo un camino por andar en materia de art brut. La terminología era apenas reconocible en Cuba, y las problemáticas que conllevaba esto salían a la luz, a medida que ahondaba en las... Leer más →
Territorio Nacional de Lázaro H. Cano
Territorio Nacional reúne, cual diario personal, los apuntes a modo de imágenes pesadillescas de un viaje de regreso al pasado, y de un paisaje urbano desolador a partir de la cosmogonía de símbolos de este creador, que ya constituyen un leitmotiv en sus obras: flechas, cruces, banderas, colores primarios y limpios, púas, ojos y lenguas; elaborados desde el trazo primitivo, en una estética de la precariedad. H. Cano trabaja desde la sugerencia de materiales y objetos (...)
Cipreses y girasoles: solo para locos
Me cuesta definir con exactitud cuándo empezó todo. Quizás, desde mucho antes, con los tomos tantas veces revisados de la Historia de la locura en la época clásica de Michel Foucault, los versos desgarradores de Elise Cowen, o los ojos aterrados de aquella vieja amiga sin salir de casa, porque estar escondida era el único modo de sentirse a salvo; de lo contrario le aguardaba el encierro en el hospital, el pánico a una muerte interior, a la vida que se escapa. Veía tan delgada y frágil la línea de la razón, que sabía que en algún momento haría algo, y yo solo tenía el arte (...)