Cómo dejar de asistir a la 60ª edición de La Bienal de Venecia, si en esta ocasión su concepto curatorial incluía de manera explícita la presencia de artistas outsiders. Un hecho de marcada relevancia para quienes nos dedicamos al estudio y promoción del género que no podía pasar desapercibido. Sobre todo por la expectativa que puede provocar en un proyecto expositivo de esta magnitud, el diálogo entre artistas brut y académicos de diferentes latitudes, frente a los códigos contemporáneos que unos y otros implementan, desde sus diferentes contextos culturales (...)